El enoturismo avanza pese a la cuarentena en su estrategia de recuperación y restablecimiento de sus actividades en las provincias y regiones productoras de vino del país, para cuando el turismo vuelva a sus establecimientos y circuitos vitivinícolas. En esta coyuntura, mediante una interacción entre los sectores público y privado culminó esta semana un ciclo de capacitaciones, con un taller sobre «Buenas prácticas en el recupero del sector enoturístico”, destinado en este caso a la región de Cuyo.
Las capacitaciones virtuales para el sector privado -con la participación de más de 80 personas en la última- involucraron en su organización y desarrollo a funcionarios nacionales, provinciales y municipales; bodegueros y operadores turísticos. Entre ellos estuvieron el Ministerio de Turismo y Deportes, la Corporación Vitivinícola Argentina (Coviar), el Consejo Federal de Turismo (CFT) y el Instituto Nacional de Promoción Turística (Inprotur).
Esta actividad busca conformar una agenda para cuando vuelva la actividad turística y avanzar con el ya iniciado «proceso de diagnóstico para que en un futuro cercano podamos tener el plan de marketing internacional del turismo del vino«, según el secretario ejecutivo del Inprotur, Ricardo Sosa. El funcionario anunció además que, en correlación con ese proceso, se pondrá en marcha el Observatorio del Turismo del Vino, «para que a nivel internacional no sólo se conozca el turismo del vino como producto en sí, sino que la actividad tenga un sustento desde la validación estadística y valoración económica«.
El representante del CFT, Javier Espina, aseguró que «deben haber pocos productos turísticos de Argentina que tengan el nivel de actividad como está teniendo el turismo del vino en estos meses de pandemia«. En ese sentido, contó que mantienen frecuentes reuniones vinculadas al turismo del vino, «y esto no es más que la inspiración de lo que el vino representa: Uno de los productos culturales y turísticos más importantes que tiene la Argentina«
Coviar precisó en un comunicado que este fue el último de una serie de talleres realizados en el marco de la cuarentena, destinado a bodegas abiertas al turismo y a los operadores que trabajan -o quieren hacerlo- en enoturismo, con ediciones destinadas a las diversas regiones y provincias vitivinícolas.
El presidente de este ente mixto, José Zuccardi, sostuvo que «Coviar tiene en su ADN la articulación de lo público y lo privado» y agregó: «Nos honra participar y sentimos al turismo del vino como una actividad muy importante desde el punto de vista del desarrollo de la ruralidad«. El directivo agregó que «tener bodegas abiertas al turismo, restaurantes, hoteles y todo lo que gira en torno al turismo resulta en una actividad altamente inclusiva«, y apunto que «hoy muchos de nuestros jóvenes se quedan en el campo y encuentran una actividad que los inserta y vincula con el mundo gracias al turismo del vino”.
DATOS
Entre 2009 y 2019, la oferta del enoturismo tuvo un fuerte crecimiento, por lo que los servicios ofrecidos en las bodegas empezaron a complementarse con otros de sus regiones y así nació el concepto de ruta del vino y de enodestino. Los últimos registros anuales de turismo del vino del país son de 2017 e indican que ese año Argentina recibió 1.647.081 enoturistas.
En ese año, cuando comenzó a implementarse el Plan Operativo de Turismo del Vino “Argentina Tierra de Vinos”, el 74% de esos visitantes fue a la región Centro-Oeste (Mendoza, San Juan y Neuquén), el 17% al Noroeste (Jujuy, Salta, Tucumán, La Rioja y Catamarca) y el 9% a la Nueva Región vitivinícola (Buenos Aires, Entre Ríos, Córdoba, Río Negro y Chubut).
El Observatorio Vitivinícola Argentino registraba en 2017 un total de 245 bodegas argentinas abiertas al turismo, de las cuales 165 correspondían a la región Centro-Oeste, 44 a la Noroeste y 36 estaban en la Nueva Región.
LA OMET
El crecimiento de la actividad y promoción enoturística en Argentina recibió un fuerte respaldo, con la designación de un argentino como director para Latinoamérica de la flamante Organización Mundial del Enoturismo (OMET). Pablo Singerman será la máxima autoridad de esta entidad creada en julio pasado e integrada por 24 países productores de vino.
Este organismo internacional (en inglés Global Wine Tourism Organization, GWTO) con sede central en Madrid está conformada por Argentina, Alemania, Australia, Austria, Canadá, Chile, China, Francia, Eslovaquia, Eslovenia, España, Estados Unidos, Grecia, Italia, México, Moldavia, Nueva Zelanda, Portugal, Reino Unido, Rusia, Sudáfrica, Suiza, Turquía y Uruguay.
La función de la OMET es ser un interlocutor de referencia en los procesos de influencia, negociación y decisión con los Estados, organizaciones internacionales y entidades territoriales en el desarrollo del enoturismo, mediante procesos y servicios accesibles, responsables y receptivos que involucren especialmente a los residentes en los destinos. También deberá redefinir una estrategia alineada con la Agenda 2030 de las Naciones Unidas para los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).- (CsM)