Cronicas del Sur

Doce playas de Río de Janeiro obtuvieron la Bandera Azul de calidad ambiental y seguridad

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Doce playas de Rio de Janeiro recibieron el sello internacional Bandera Azul por su calidad ambiental y seguridad, entre otros factores, que otorga la Fundación Europea de Educación Ambiental (FEE). El certificado otorgado a tres playas de la Cidade Maravilhosa y nueve en el resto del estado de Rio también contempla la calidad del agua, la limpieza, el valor cultural y las actividades de educación ambiental para la población local.

El sello de sostenibilidad, cuyo color se refiere a la bandera de la Comunidad Europea e indica una calidad superior de las playas, además de garantizar un entorno seguro y limpio para los visitantes, fue para las playas Grumari, Prainha y Reserva, en la ciudad de Rio de Janeiro. Las las dos últimas recibieron el sello por un año más, mientras que Grumari obtuvo este reconocimiento por primera vez.

Las otras playas de este estado de Brasil que fueron certificadas con la Bandera Azul son: Azeda/Azedinha, Horno  y Tucuns, en Armação dos Búzios; Lagunas de Caiçara, en Arraial do Cabo; Peró, en Cabo Frío; Ubas, en Iguaba Grande; Tranquilo, en Niterói; Piedras de Sapiatiba, en São Pedro da Aldeia, e Itaúna, en Saquarema.

Para obtener la certificación internacional de esta Organización No Gubernamental (ONG) con sede en Dinamarca es necesario cumplir con 34 requisitos que abarcan aspectos fundamentales como los antes mencionados, que además del estado de las playas promueven una mayor conciencia sobre la importancia del cuidado del ambiente. «Al lograr este reconocimiento, las playas no sólo atraen a un mayor número de turistas, sino que también inspiran a otros destinos a adoptar prácticas sostenibles«, señala un comunicado de la Fundación Visit Rio.

El documento precisa que el turismo sostenible es esencial para preservar la belleza natural de esos destinos y que la implementación de prácticas sostenibles «ayuda a proteger los ecosistemas locales, reduce la contaminación y promueve el uso responsable de los recursos naturales. Asimismo, educar a los visitantes sobre la importancia de cuidar el entorno contribuye a crear una cultura de respeto hacia la naturaleza«.

Todas estas condicionales ambientales y sociales benefician a los visitantes, quienes pueden disfrutar de un entorno limpio y seguro, a la vez que resguardan a las comunidades locales y sus economías, que dependen en gran medida de la actividad turística.

La FEE está formada por más de 100 ONG de 74 países de cinco continentes y desarrolla cinco programas, entre ellos el Blue Flag o Bandera Azul. Para esta iniciativa, que premia a las playas y puertos deportivos de mayor calidad ambiental, en 1982 creó el logotipo y la bandera azul que los identifica como certificados.- (CsM)

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