El único Vía Crucis submarino del Mundo en Puerto Madryn

La procesión partió de la parroquia del Sagrado Corazón de Jesús, en el centro de Puerto Madryn, y como muchas realizadas en este Viernes Santo, recorrió las calles liderada por sacerdotes que se van turnando a lo largo de las estaciones de la Pasión de Cristo. Pero al llegar al muelle Piedrabuena, frente al mar, revela su singularidad: Allí se sumerge a las aguas del Golfo Nuevo un grupo reducido de fieles con equipo de buceo, quienes guiados por un cura desarrollan en el fondo del mar el único Vía Crucis submarino del Mundo.

De las casi 2.000 personas que iniciaron la procesión frente a la Plaza San Martín, la mayoría permaneció en el muelle o sobre la avenida costanera Roca, portando velas y crucifijos, mientras una veintena de hombres en trajes de neoprene se sumergió hasta unos ocho metros y completó las últimas dos estaciones por el fondo marino.

Encabezados por el padre Jesús Henao, portaban una cruz de tubos de PVC de cuatro metros de altura, de color madera, bordeada de leds a batería que iluminaban las claras aguas de tonos verdosos del Golfo Nuevo, con un resplandor que era seguido por la multitud en la costa.

La procesión era acompañada desde la superficie por varias embarcaciones de porte menor, sin motor, como kayaks, stand up y botes pequeños, en una actividad de fondo religioso pero que con los años se convirtió también en un producto turístico y emblemático de Puerto Madryn, que realza su condición de Capital Nacional del Buceo.

Las gran iluminación de la cruz que resplandecía bajo el agua, sumada a pequeñas luces individuales de los buzos, linternas y lámparas de los botes generaba un foco de claridad en la ya cerrada noche frente al mar, que se ampliaba con los cientos de velas que formaban una hilera naranja en la costa.

El recorrido del Vía Crucis Submarino, en sus dos últimas estaciones entre el muelle Piedra Buena y la zona costera -que también se realizó por tierra- fue acompañado por una singular presentación musical a cargo del Coro Estable Municipal, dirigido por Diego Lacunza, que interpretó cánticos populares de la comunidad católica en latín y castellano.

Al cabo de una media hora, los hombres y mujeres comenzaron a emerger caminando cuesta arriba por el suave declive de la playa de arena, detrás del padre Henao, con sus equipos scuba (con tubos de aire) o snorkel, y fueron recibidos por el grueso de los fieles que descendían por escalinatas desde la avenida que bordea el mar. Desde el muelle se podía ver cómo se acercaban y entremezclaban las brillantes luces eléctricas que salían del mar y las cálidas y tradicionales velas que aguardaba en tierra.

El colorido espectáculo, que formó parte de la celebración de Semana Santa fue organizado por la Municipalidad de Puerto Madryn, a través de su Secretaría de Turismo, y la Asociación Operadoras de Buceo, con el apoyo de la Administración Portuaria, de la Prefectura Naval Argentina, del Ente Mixto de Promoción Turística y del Ministerio de Turismo de Chubut.

Los fieles que acompañaron la procesión y los que participaron en el Vía Crucis recibieron una taza de mate cocido de parte de la Asociación de Hoteles, Restaurantes, Confiterías, Bares y Afines de Madryn, que organizó el llamado «Mate cocido solidario». Además, los participantes del «Calvario de los caminos de Cristo» donaron un alimento no perecedero para el Comedor Infantil Puerto Madryn, una entidad histórica que trabaja para ayudar a familias en situación de vulnerabilidad.

El Vía Crucis Submarino  surgió en 2003, después de una charla entre las autoridades del municipio y el padre Juan Gabriel Arias, quien comandó la procesión hasta 2014 -año en que la procesión obtuvo la bendición del Papa Francisco-, cuando fue a misionar a Mozambique, donde hoy está radicado.  Luego de nueve años de realizar el Vía Crucis enteramente por el fondo marino, desde 2013 se incluyó el tramo callejero para que puedan participar todos los vecinos de esta ciudad y turistas, sin tener que bucear.- (CsM)