Con la aparición de una ballena franca austral frente a Miramar, este miércoles comenzó la temporada 2016 de avistaje de estos cetáceos. Este producto turístico, del que también disfrutan los vecinos, es nuevo en esta ciudad balnearia bonaerense, ya que las ballenas comenzaron llegar a sus costas hace poco más de diez años.Por el momento, no se hacen avistajes embarcados con fines turísticos o comerciales y sólo se puede observar a las ballenas desde la costa, a la que se acercan a veces a un centenar de metros.
Esta medida de la intendencia de General Alvarado fue adoptada en el marco de un convenio con la Fundación Cethus, 
especializada en avistaje y conservación de fauna marina en Argentina y América Latina en general, para priorizar el respeto por los cetáceos y consolidar la investigación científica, de cara a un posterior aprovechamiento sustentable de este recurso.
especializada en avistaje y conservación de fauna marina en Argentina y América Latina en general, para priorizar el respeto por los cetáceos y consolidar la investigación científica, de cara a un posterior aprovechamiento sustentable de este recurso.Esta fundación desarrolla el proyecto “Ballena Franca Austral”, para evaluar la presencia de la especie fuera de las áreas conocidas de reproducción y tratar de establecer sus rutas migratorias, como lo hace desde hace más de diez años en Santa Cruz.
El convenio con General Alvarado, suscripto en 2013, contempla investigación de parte de la Fundación -mediante un través trabajo de campo- de la procedencia, composición y hábitos de la Ballena Franca Austral en su paso anual por Miramar.
En paralelo a esta tarea, Cethus desarrolla en Miramar charlas de concientización y capacitación para la comunidad educativa y los prestadores privados locales, poniendo en valor este recurso natural para potenciarlo como atractivo turístico.
Estos gigantes marinos -los mamíferos más grandes que existen- pasan frente a la costa miramarense y de la vecina Mar del Sud, junto a cetáceos de otras especies durante la temporada baja del turismo, que va de junio a octubre, aunque este año algunos ejemplares se adelantaron.- (CSM)
