Cuba registró un inusitado incremento de los turistas nacionales en sus hoteles, con casi un millón en 2016 y un incremento histórico de 1.511,4% en comparación con 2008 -algo más de 61.000-, el año previo a que Barack Obama asumiera la presidencia de Estados Unidos (EEUU) y liberara las remesas y viajes a la isla, según un estudio de la organización Havana Consulting Group (HCG), con sede en Miami. El incremento tuvo un impulso final desde 2014, cuando el mandatario norteamericano, ya en el final de su mandato, concretó el deshielo entre ambos países.
Tanto la cantidad de huéspedes, 991.122 en 2016, como el alto porcentaje mencionado, tienen una explicación fuera de los números duros: Una buena cantidad de esos nacionales son cubanos que desde hace muchos años viven en EEUU, en tanto muchos residentes en Cuba sólo pudieron hospedarse en hoteles de turistas porque fueron invitados por los primeros durante sus viajes a la isla, ya que si bien el crecimiento del poder adquisitivo interno es una de las causas, la mayoría no percibe salarios como para pagar vacaciones en hoteles de más de 100 dólares la noche.
En ese marco, los cubanos que viven en territorio norteamericano son considerados «nacionales» por HCG e incluidos en el movimiento de turismo interno de Cuba. Los parámetros de otros países para cuantificar el turismo internacional, como Argentina, no contemplan el lugar de nacimiento sino el de residencia del viajero, por lo que dividen en «residentes en el exterior» y «residentes en el país», por lo que un argentino que vive en el exterior y llega de vacaciones a Argentina es considerado turista internacional.
En base a ese sistema de medición, la publicación señala que el volumen de turistas nacionales en «es ligeramente inferior al mayor emisor internacional de turistas a la isla: Canadá, que cerró el 2016 con 1.198.917» llegadas. «Esta cifra -añade- es más notable aun si tenemos en cuenta la subida de precios que tuvo el mercado turístico de la isla por el efecto de la avalancha de turistas norteamericanos, donde los precios por habitación subieron en más de un 95% como promedio con respecto al año anterior».
Más adelante, señala que los dos factores fundamentales para este crecimiento fueron «el aumento de los viajes de los cubano-americanos a la isla y el crecimiento del sector privado. Luego menciona que según un estudio propio, el 37% de los cubanos-americanos que viajaron a la isla en 2014 se hospedaban en los hoteles al menos un fin de semana con sus familiares residentes en la isla, principalmente en el polo turístico de Varadero, los Cayos al norte de Villa Clara y en Guardalavaca, Holguín. Actualmente se estima que un 45% de los cubanos-americanos que viajan a la isla se hospeda en algún hotel con sus familiares en la isla por dos o tres días.
En cuanto a la influencia del crecimiento del sector privado, se refleja en que hizo crecer el poder adquisitivo de cientos de miles de cubanos. Tanto por recursos propios, como llevadas por sus familiares de EEUU, en 2016 casi un millón de cubanos se hospedó en las cuatro cadenas hoteleras que operan en Cuba, y de ellos el 94,15% en las cadenas con los precios de hoteles más altos: Cubanacán (34,58%); Gaviota (33,93%) y Gran Caribe (22,64%).- (CSM)
