Cronicas del Sur

Tierra de galeses en la Patagonia

Facebook
Twitter
LinkedIn
WhatsApp

Esta nota, publicada originalmente en 2016, se reproduce hoy como homenaje de CsM a la inmigración galesa, en la semana del 155º aniversario de su llegada a Argentina.  (Puede haber datos desactualizados) ___________________________________________________________________________________________________________________________

Gaiman es la primera ciudad fundada por los colonos galeses en Argentina, quienes en 1865 desembarcaron del «Mimosa» en las afueras de la actual Puerto Madryn y extendieron su cultura por el valle del río Chubut hasta la Cordillera, en la única colonización de convivencia pacífica con las poblaciones indígenas. Aquella aldea levantada por el primer centenar y medio de esos inmigrantes en las soledades patagónicas es hoy la urbe más representativa de la comunidad galesa en el país. La comuna tiene unos 15.000 habitantes (10.000 en la zona urbana y casi 5.000 en la rural) y dispone de unas 200 plazas turísticas en pequeñas hosterías, atendidas por sus dueños. (datos de 2016)

Una visita a esta icónica ciudad del mundo galés en Argentina implica un paseo por las tradiciones y costumbres que llegaron de Gales en el Mimosa el 28 de julio de 1865 y, con la necesaria adaptación al nuevo entorno, se mantienen vivas desde hace más de 150 años. Una visita turística a Gaiman es el complemento ideal de la gran oferta de la costa de Chubut, concentrada en Puerto Madryn y Península Valdés al norte, con sus avistajes de ballenas y buceo con lobos marinos (I), y al sur con la gran colonia de pingüinos magallánicos de Punta Tombo, que en su temporada alta llega a reunir casi un millón de ejemplares.

Más cerca está la capital provincial, Rawson, que a 37 kilómetros propone paseos marítimos, en particular de observación de toninas y, ya alejada de la costa, casi a mitad de camino entre ambas está Trelew, cuya principal oferta es su Museo Paleontológico (II), unico en Sudamérica por sus numerosas piezas obtenidas en ese «territorio de dinosaurios» que fue la Patagonia. En los alrededores de Gaiman, siempre es bueno recorrer el valle del Chubut, con sus granjas y tambos, hacer trekking por las bardas o conocer el Geoparque Bryn Gwyn (Loma Blanca, en galés).

 

TÉ GALÉS

No se puede visitar Gaiman sin merendar en alguna de sus seis casas de té galés, cada una con características, decoración, servicios e historia propios. Entre ellas se destacan Plas y Coed, por ser la primera en la Patagonia (en una casa construida en 1877), y Ty Te Caerdydd, famosa por haber recibido a Lady Di en 1995 y que conserva, cual museo, el espacio y utensilios utilizados por la fallecida princesa de Gales; las otras cuatro son: Casa de Té Gaiman, Ty Cymraeg, Ty Gwyn y Ty Nain.

Fue en el establecimiento pionero donde CsM se sentó a una mesa que de a poco se fue cubriendo totalmente con porciones de pan casero, scons, pan de leche con queso caliente, lemon pie, tarta de manzana, tortas de crema y de limón con crema de queso, arrollado con dulce de cereza, briths, galletitas a la plancha con especias y torta galesa. Luego llegó el té, en teteras de porcelana con los típicos «pulóveres» de lana que conservan la temperatura y las diferencian de las de la zona andina, pese a que allí el clima es más frío.

Los productos mencionados -al menos una porción de cada uno por persona- llegan acompañados de dulces, mermeladas y manteca salada, todo casero. Ninguna persona de hábitos normales podría ingerir todo en una merienda, por lo que los guías sugieren a los turistas no almorzar antes y considerar a ese té gales como un «almuerzo-merienda», y también llevarse en una vianda lo que no han consumido.

ESPECIALIDADES

Tres de esos productos merecen un párrafo aparte: Las galletitas a la plancha, el bara brith y la torta galesa. Las primeras son las de origen más antiguo en la mesa, con una receta milenaria, en tanto el bara brith es lo más tradicional de Gales, donde se lo conoce con más de veinte nombres distintos, correspondientes a sendos valles. Esto se debe a que allí hay más de cincuenta dialectos de galés, explicó la dueña de Plas y Coed, Ana Chiabrando, profesora de ese idioma y descendiente de inmigrantes del Mimosa, cuyo apellido es prueba de integración entre galeses e italianos tras la inmigración de estos latinos, ocurrida con la llegada del ferrocarril a Chubut.

En cuanto a la torta galesa, contrariamente a lo que muchos suponen, no existe en Gales; es originaria de la Patagonia. Si bien hay quienes en un apuro simplista llaman al bara brith de esta manera, como también lo llaman “pan dulce”, los expertos aclaran que no es lo mismo: La torta galesa se creó con la base del primero -del cual cada familia traía su propia y secreta receta- pero sin algunos condimentos que sólo había en Gales y con otros propios de estas tierras, durante la hambruna que sufrieron los recién llegados en 1865.

«Buscaban un producto de alto valor energético y perdurable en las agrestes características del clima patagónico», explicó a CsM Ariel Giannandrea, dueño del establecimiento Nueva Gales, que produce la torta galesa Memorable, que –asegura- es la más tradicional. También portador de apellido italiano y descendiente de los primeros inmigrantes, en este caso en sexta generación del colono John Jones, contó que durante aquella hambruna este antepasado y su esposa se inspiraron en su torta de navidad y casamiento para elaborar lo que luego se conocería como torta galesa.

Giannandrea la describió como un producto único, tanto por su contenido como por ser de origen patagónico y típico de la Colonia Galesa del Chubut. Además, señaló que “esta torta demanda un mínimo de 45 horas de maceración, un especial cuidado y calidad de los utensilios y, guardada en un lugar oscuro y fresco –no en heladera aunque sí en tupper– puede durar más de 25 años en buen estado”.

PASEO CON HISTORIA

Aunque unas cuantas exquisiteces quedaron sobre la mesa de Plass y Coed, se imponía una caminata bajativa tras tan suculento té, lo que fue una excusa ideal para recorrer los lugares históricos y más atractivos de la ciudad. Desde esa casa de té conviene empezar por la plaza central, Julio Argentino Roca, que está cruzando la calle, entre cuyos árboles pasa el Canal Norte y donde los fines de semana se arma una feria de alimentos artesanales provenientes de la zona de chacras.

Dos cuadras al sur está la pintoresca ribera del río Chubut, bordeada de fresca y variada vegetación, donde los días cálidos se puede ir de picnic o beber algo en una terraza sobre el agua, entre altos sauces llorones y otros árboles frondosos.

Muchas construcciones de Gaiman presentan ladrillo a la vista o bloques de piedra cantera y techos de chapas acanaladas, algunas con mucha historia, y en este caso están señalizadas en castellano, galés e inglés. Entre ellas figuran la ex estación de trenes, devenida en Museo Histórico Regional; la Biblioteca Ricardo Berwyn; el Museo Antropológico; la primera casa de la ciudad, construida en 1874 por David Roberts, que también es museo, y la sede de la Compañía Unida de Irrigación de Chubut.

A éstos se suman el Antiguo Correo y el Colegio Camwy, el primero de nivel posprimario de la región, sobre la calle Michael D. Jones, en la que también hay varias construcciones no históricas aunque sí antiguas y con el mismo estilo.

Una gran tentación para muchos turistas es recorrer el antiguo Túnel Ferroviario, restaurado por el municipio, que hasta le devolvió un tramo de vías en forma simbólica. Tiene casi unos 300 metros en curva, fueconstruido en 1914 por el Ferrocarril Central del Chubut para comunicar la ciudad con Dolavon, otra importante comuna fundada por inmigrantes galeses.

CAMINO DE LOS GALESES, CHACRAS Y CAPILLAS

Vecino al acceso al Túnel Ferroviario está el punto de partida del Camino de los Galeses, una obra turística inaugurada en 2013, con trayectos de 20 y 40 kilómetros que proponen recorrer, a pie o en bicicleta, paisajes naturales, sitios históricos, la zona de chacras y puntos panorámicos en cerros y bardas del Valle del Chubut.

Aunque el sendero fue también creado con el objetivo de ofrecer una opción saludable al aire libre, fuentes de Turismo local confiaron a CsM que el senderismo no es un producto con mucha fuerza Gaiman y, debido a que sólo tres de la veintena de puntos que propone el recorrido están fuera del alcance vehicular, la mayoría son visitados en coche.

El Camino de los Galeses está abierto todo el año, pero es recomendable en el estío, lo mismo que el mencionado Parque Geológico, un verdadero museo de sitio donde excavaciones de escasa profundidad muestran estratos y restos de la vida prehistórica patagónica. Es el primero de Sudamérica y depende del Museo Paleontológico de Trelew. También es la mejor época para visitar las chacras del valle inferior del río Chubut, donde se pueden ver de cerca las tareas rurales y hasta pernoctar en algunas de ellas, aunque es en otoño cuando más se recrea la vista, con el paisaje multicolor con prevalencia de verdes.

Se trata del último valle hacia el sur de Argentina donde se puede cultivar a cielo abierto y sus chacras producen vegetales de diverso tipo, ganado vacuno y una leche de alta calidad que a principios del siglo pasado dio origen al primer queso de marca registrada en Argentina: Chubut. Este emblemático queso fue creado en tambos administrados por la Compañía Mercantil del Chubut y actualmente lo elabora la Cooperativa Lechera de Gaiman (Colega), aunque la marca fue comprada por La Serenísima.

Otra opción turística es un recorrido por las capillas galesas de Gaiman, de las cuales dos están en su casco urbano: Bethel, construida en 1877, con cuerpo en forma de L y puerta y ventanas frontales ojivales, mientras las laterales son rectangulares y con apertura en guillotina, y la Bethel Nueva, que está en el mismo terreno que la anterior y mantiene las características arquitectónicas, aunque es más grande y de base rectangular.

Gaiman es el único lugar del mundo, fuera de Gales, donde se habla el galés en forma comunitaria, por lo que es habitual oír conversaciones en ese idioma entre gente local y a veces con extranjeros, generalmente llegados del Reino Unido en programas de intercambio para perfeccionar y mantener viva la lengua, que además se enseña en las escuelas de la región.- (CsM)

Gustavo Espeche ©rtiz

(Derechos reservados)

(I) Ver en este portal: «Danza con lobos marinos en la Patagonia», del 14-01-16:  https://cronicasdelsur.com/danza-lobos/

(II) Ver en este portal: «Museo Paleontológico de Trelew. Único en Sudamérica», del 18-04-16:  https://cronicasdelsur.com/museo-paleontologico-trelew/

(III) Ver en este portal: «Pingüinos de Magallanes llegan a su mayor santuario del mundo: Punta Tombo», del 15-09-16: https://cronicasdelsur.com/pinguinos-magallanes-tombo-16/

Facebook
Twitter
LinkedIn
Pinterest
Pocket
WhatsApp

Un comentario

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *